Un lugar Solitario

Al amanecer, Jesús salió de la ciudad y fue a un lugar solitario. Sin embargo, la gente lo buscaba y le pedía que no se fuera del pueblo. 
Lucas 4:42

La vida de Jesús rodeada de muchas actividades, las multitudes le seguían: Unos por curiosidad, otros para entramparte, otros por una necesidad física, otros porque encontraban respuesta a sus inquietudes, sanidad del alma y paz interior. Pero había algo que nada ni nadie podía interrumpir, los momentos en los que solo se encontraba con el Padre en Oración.

La biblia describe que Jesús acostumbraba ir a un lugar en donde estaba a solas con Dios. Y la mejor hora era la madrugada. Mientras los discípulos dormían, mientras las aldeas todavía estaban descansando. Antes que las aves comenzaran sus cantos matutinos. Allí oraba, derramaba su corazon al padre y conversaba con libertad.

Si Jesús, nuestro Salvador, necesitaba de esos momentos a solas con Dios Padre, ¡Cuan necesario debe ser para nosotros! La oración es el aliento del alma, el secreto de la fuerza espiritual. Nada debe impedirnos tomar ese momento especial en la mañana. Dios desea derramar las mas grandes bendiciones a quienes con alegría lo buscan en Oración.

Hoy pide perdón a Dios por no darle el primer lugar en tu vida. Y haz un pacto con el para que sea el Rey de tu vida.







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